Por Roberto PELÁEZ
Cuando tiene la oportunidad de proseguir estudios universitarios Cynthia Mora no lo piensa dos veces, la psicología de seguro me permite ayudar a las personas, pienso, apoyar a las familias, ser de mucha utilidad para los más necesitados, y no me equivoco, asevera esta mujer que ve la luz en Ciudad México, y a los nueve años se muda junto a sus padres a Fresno, California.
Desde que comienzo a trabajar, rememora, siento la satisfacción de ayudar, primero a mujeres afectadas por el cáncer de seno, es difícil, en ocasiones no tienen al lado a un familiar, a un amigo, y necesitan a alguien que las aliente; después ayudo personas vinculadas a las difíciles labores del agro, más que todo para que puedan proseguir estudios, superarse, conocer que hay muchas opciones, y más recientemente estoy vinculada a pacientes que padecen alzheimer, resalta.
Sabe, prosigue, soy de ese tipo de personas que siente una satisfacción enorme cuando puedo ayudar, cuando me acerco a alguien que padece alguna enfermedad, en este caso alzheimer, y lo aliento, le informo, es algo que me llena como ser humano y significa mucho para mi, sé que le ofrezco a esos afectados y sus familiares un poco de luz, apunta.
Mora apunta que desde hace poco más de dos años reside con su esposo en Las Vegas, viví mucho tiempo en Fresno, me gusta, allí están mis padres, tengo raíces, sin embargo aquí me siento muy bien, no solo por mi trabajo en Alzheimer Association, también porque hay una comunidad hispana muy variada.
En Fresno, continúa, hay una marcada comunidad mexicana, y eso es bueno, pero en Las Vegas encontramos mexicanos, salvadoreños, chilenos, colombianos, guatemaltecos, cubanos, hondureños, chilenos, peruanos, todos con una cultura distinta, diferentes características, y eso hace más rica a la comunidad, subraya.
Mi esposo es de Nueva York, estamos casi recién casados, afirma, no tenemos hijos, y nos sentimos muy bien, nos gusta la ciudad, sostiene; debo precisar que él es de una valiosa ayuda para mi trabajo, comprende lo importante que me resulta como ser humano, me alienta y apoya, me acompaña a los eventos, a las caminatas en favor de las personas que padecen alzheimer, a veces lo veo en nuestro stand entregando folletos, me regocija saber que puedo apoyar mi cabeza en su hombro, es muy comprensivo, externa.
En la plática sale a relucir que los padres de Cynthia continúan en Fresno, hablamos con frecuencia, dice, aunque estoy un poco más distante, explica, ellos saben que vine a Las Vegas en busca de una oportunidad de trabajo y gracias a Dios laboro en algo que me gusta, relacionado con mis estudios de psicología, y conocen que me siento realizada, soy útil, y eso los alegra, los llena de orgullo, remarca.
