Por Martin O’Malley
Candidato presidencial por el Partido Demócrata
Hace unas semanas tuve la oportunidad de reunirme con el grupo más establecido de Latinos en el Estado de Nevada, Hispanics In Politics (HIP) donde pude escuchar las preocupaciones y prioridades de muchos de sus integrantes.
Además de eso, tuve la oportunidad de conversar sobre la importancia de aprobar una reforma migratoria integral, sacar a los inmigrantes de las sombras e integrarlos en la economía formal, y qué debemos de hacer como país para que todos logremos nuestra propia versión del Sueño Americano.
Lo que más me ha gustado de esta campaña presidencial es poder conversar con inmigrantes recién llegados y también ya establecidos y conocer sus historias, sus triunfos, y su empeño para lograr el Sueño Americano. Yo nunca he llamado a los inmigrantes indocumentados, indocumentados. Siempre me he referido a ellos como “americanos nuevos” porque es lo que son.
Estas historias me recuerdan mucho a mis bisabuelos. Ellos vinieron a este país de Irlanda. Mi bisabuelo, quien también se llamaba Martin O’Malley, llegó a los EE.UU. sin dinero, y su primer idioma no era el inglés. Nevada conoce muy bien la importancia de integrar por completo y darle la bienvenida a nuestro hermanos y hermanas inmigrantes. En el 2012, el 10.2 por ciento de la fuerza laboral de Nevada estaba compuesta por americanos nuevos. Sin embargo, si todo los americanos nuevos en el Estado de Nevada se fueran, el estado perdería 9.7 billones de dólares en actividad económica, $4.3 billones en producto bruto, y mas de 45 mil empleos. Ahora, más que nunca, cuando nuestra economía está empezando a mejorar, no podemos permitir que las políticas del pasado arruinen a Nevada ni al resto del país. En cambio, lo que se necesita es una reforma migratoria integral.
La reforma migratoria significa más oportunidades económicas y mejores salarios para todos. Al sacar a los inmigrantes de las sombras e integrarlos en la economía formal, todos ganan. Sin embargo, actualmente, la realidad es que aunque la mayoría del pueblo americano quiere una reforma migratoria, muchos en Washington no están dispuestos a arriesgar el capital político.
Por esta misma razón, necesitamos nuevos líderes que creen un nuevo consenso para que nuestro sistema migratorio vuelva a representar nuestros valores y nuestras necesidades económicas. Yo estoy dispuesto y preparado para implementar este liderazgo y he publicado el plan más detallado y progresista en estas elecciones.
Yo propongo lo siguiente: implementar acciones ejecutivas audaces que den alivio inmediato a los millones de ‘americanos nuevos’ esperando que el Congreso de los Estados Unidos actúe. Al mismo tiempo, nosotros seguiremos creando un nuevo consensos para lograr la reforma migratoria integral con camino a la ciudadanía lo antes posible.
Yo no ofrezco solo palabras, si no acciones. Soy el único candidato en esta contienda que lleva más de una década de logros que han ayudado a los inmigrantes. Como gobernador de Maryland, yo aprobé la ley de DREAM, les di licencias de conducir a los americanos nuevos y saqué a ICE de Baltimore ya que no era cierto que nuestra colaboración nos estaba haciendo más seguros. También, el año pasado, públicamente reté a los líderes demócratas y republicanos, quienes dijeron que los niños de Centroamérica buscando refugio en los Estados Unidos deberían de ser deportados inmediatamente. No sólo me enfrenté a la Administración de Barack Obama y estuve en contra de estas deportaciones, si no que organicé a mi estado para que les diera la bienvenida a estos niños. Hoy en día hay más niños refugiados en Maryland per cápita que en cualquier otro estado.
Con un líder nuevo podemos hacer que la reforma migratoria se haga realidad, y que el símbolo duradero de nuestro país siga siendo la Estatua de Libertad y no centros de detención con cercas eléctricas.
