El líder demócrata del Senado Harry Reid hizo las siguientes declaraciones en el pleno del Senado explicando por qué el historial republicano de sembrar miedo, odio y resentimiento resultó en el ascenso de Donald Trump como favorito a ganar la nominación republicana. A continuación parte de su discurso:
“’Trump es el monstruo de Frankenstein del Partido Republicano’. Este fue el titular de un artículo de opinión publicado en el Washington Post por Robert Kagan, ex funcionario del Departamento de Estado bajo Ronald Reagan que ahora es miembro del Instituto Brookings.
“Es verdad. Trump es el monstruo de Frankenstein del Partido Republicano. Los republicanos han pasado los últimos ocho años avivando los fuegos del resentimiento y odio, construyendo a Trump pieza por pieza.
“Hoy la clase dirigente republicana aparenta estar sorprendida por Trump. Finge indignación de que un demagogo xenófobo esté ganando en un partido que se ha pasado años diciendo a los latinos e inmigrantes que no son bienvenidos en Estados Unidos. Fingen estar sorprendidos de que los votantes republicanos apoyen a un candidato que no cree que el presidente Obama nació en este país, aun cuando los líderes republicanos del Congreso apoyan a un hombre que se rehúsa a alejarse del Klu Klux Klan. Expresan asombro e indignación de que los republicanos aclaman las burlas infantiles de Trump, aun cuando se niegan a extender las cortesías que se le brindan a todo presidente, aun cuando se niegan a darle una audiencia justa al nominado del presidente a la Suprema Corte por primera vez en la historia estadounidense.
“Los republicanos no deberían sorprenderse. Han pasado ocho años creando las condiciones ideales para el ascenso de Trump. La realidad es que los líderes republicanos cosechan lo que sembraron. Como escribió el señor Kagan en su artículo de opinión para el Washington Post:
‘Los propios crímenes políticos del partido son castigados por una justicia cósmica digna de una tragedia griega’.
“Hace siete años el líder republicano y su partido decidieron que el presidente Obama era una presidente ilegítimo. Decidieron que su presidencia no era digna del respeto más básico y esfuerzos de buena fe. Los republicanos del Congreso decidieron que sin importar qué políticas propusiera el presidente, se opondrían automáticamente a ellas, sin considerar sus méritos. Tenían un objetivo: evitar que el presidente Obama fuera reelecto. Para hacerlo, el líder republicano y su partido se rehusaron a trabajar con el presidente y los demócratas en política. Sin importar cuán severa fuera la crisis para el pueblo estadounidense, los líderes republicanos decidieron que era más importante negarle un logro al presidente Obama que ayudar a personas necesitadas. Ellos se opusieron a:
• La Ley de Recuperación y Reinversión, conocida como el paquete de estímulo. Recuerden, nuestra economía perdió 800 mil empleos en un mes. Nuestra economía iba de picada -en medio de la Gran Recesión- sin embargo, tomó un gran esfuerzo que solo tres republicanos trabajaran con nosotros. Los senadores Specter, Snowe y Collins fueron fuertes y valientes. El liderazgo republicano dejó claro que no quería que sus senadores trabajaran con el presidente Obama en este paquete de estímulo. Bueno, de todas formas lo logramos.
• Cuidado de salud: Antes del Obamacare, casi 50 millones de estadounidenses no tenían seguro médico. Desde entonces, 17 millones de estadounidense han obtenido cobertura. Hoy, la tasa de estadounidenses no asegurados está por debajo del 10 por ciento. Esto pese a los republicanos del Congreso, que se negaban a trabajar con los demócratas, a pesar de nuestros mejores esfuerzos.
Cuando inició el debate sobre el cuidado de salud, tres senadores republicanos - los senadores Snowe, Grassley y Enzi- parecieron interesados en reparar el sistema de cuidado de salud de nuestra nación. Pero el liderazgo republicano los obligó a seguir la línea del líder republicano y abandonar cualquier esperanza de colaboración bipartidista en este tema. Así que no hubo colaboración. La senadora Snowe votó por el proyecto de ley en el comité de finanzas, pero el liderazgo republicano la convenció a votar ‘no’ en el pleno del Senado.
“Una y otra vez, los republicanos del Congreso bloquearon cualquier legislación positiva para mejorar nuestra nación. Las tácticas utilizadas por los republicanos para obstruir a este presidente no tienen precedente. El líder republicano le dijo al presidente que ninguna de sus políticas recibiría una audiencia justa por parte de los republicanos. Los republicanos le negaron a la presidencia el respeto que merece. Su trato lamentable e irrespetuoso se convirtió en la norma.
“En seis años, el líder republicano lanzó más de 500 filibusters, más que cualquier líder de la minoría en la historia de este gran país. Durante un periodo similar, el entonces líder de la mayoría Lyndon Johnson tuvo que vencer dos filibusters.
“Las acciones dicen más que las palabras. Usar un filibuster automático para bloquear las políticas del presidente por años manda un mensaje claro y simple: Los republicanos creen que las propuestas de este presidente son ilegítimas.
Los republicanos crearon a Trump al dedicarse a atraer a las fuerzas más oscuras de Estados Unidos.
