Hola amigos lectores, hoy vamos a tocar un tema que sucede con frecuencia, el divorcio. Cuando las parejas adoptan la decisión de divorciarse, lo más difícil es hablar con los hijos.
Si los hijos son mayores, generalmente son más maduros y pueden entender mejor las razones del divorcio. Por el contrario, si los hijos son pequeños les costará más trabajo entender el por qué sus padres no pueden estar juntos. Además, las batallas legales para conseguir su custodia pueden resultar en un proceso difícil y costoso para los padres, así como traumático para los pequeños.
Por todo lo anterior siempre es recomendable que antes de considerar el divorcio como opción final, se busque ayuda profesional, puesto que muchas veces el matrimonio se puede salvar. Por supuesto que existen casos en los cuales el divorcio es la única solución, especialmente cuando se vive en violencia doméstica.
No es recomendable que los hijos crezcan en un ambiente de abuso, pues es muy probable que de adultos reflejen las mismas actitudes violentas para con sus parejas. En este tipo de casos se recurre al divorcio como única manera de garantizar la seguridad y el bienestar de todos. En estas situaciones los hijos, grandes y pequeños, tienden a comprender mejor las razones de la separación.
En todo caso, cuando la decisión está tomada, es muy importante abordar el tema de la mejor manera posible:
• Bajo ninguna circunstancia debemos mentirle a los hijos.
• Es necesario explicarles que hay diferencias entre los padres que no pueden reconciliarse.
• Asegurarle a los hijos que la separación no es culpa de ellos.
• Y que siempre serán amados y apoyados por ambos padres.
• Es importante no hablar mal del padre o madre con los hijos durante o después del divorcio, ya que esto provoca en los hijos frustración, enojo y tristeza.
El divorcio es algo muy delicado que debe tratarse de manera civilizada para contrarrestar los efectos devastadores que tiene tanto para los esposos como para sus hijos. En muchas ocasiones se debe recurrir a la ayuda de un profesional para manejar estas situaciones.
Por este motivo pongo a sus órdenes mis años de experiencia en comportamiento humano. Recuerden que ustedes pueden tomar el control de su vida.
Les saluda su amiga Linda Shore, que Dios los bendiga.
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