Cuidado con las alergias

Las alergias aparecen cuando el sistema inmunológico reacciona ante una sustancia extraña (como el polen).

Cuando tienes alergias, dicho sistema produce anticuerpos que identifican a un alérgeno en particular como dañino, incluso si no lo es. Cuando entras en contacto con el alérgeno, la reacción de tu sistema puede hacer que la piel, los senos paranasales, las vías respiratorias o el aparato digestivo se inflamen.

La gravedad de las alergias varía según la persona y puede ir desde  irritación menor hasta anafilaxis (una situación de emergencia potencialmente mortal). Si bien la mayoría de las alergias no tienen cura, los tratamientos pueden ayudarte a aliviar los síntomas.

Los síntomas de la alergia, que dependen de la sustancia involucrada, pueden afectar las vías respiratorias, los senos y fosas nasales, la piel y el aparato digestivo. Las reacciones alérgicas pueden ir de leves a graves. En algunos casos graves, las alergias desencadenan una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como “anafilaxia”.

La fiebre del heno,  llamada ‘rinitis alérgica’, puede provocar: Estornudos, picazón en la nariz, en los ojos o el paladar, segregaciones nasales, nariz congestionada, ojos llorosos, irritados (conjuntivitis).

 

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