Los teléfonos impenetrables de los narcotraficantes

Los traficantes de drogas necesitan servicios de teléfonos de usos múltiples confiables, y el empresario de Vancouver Vincent Ramos está acusado de suministrarlos a grupos delictivos de todo el mundo. No son Blackberries comunes y corrientes. 

Los aparatos eran rehechos y los componentes que manejan desde las llamadas hasta las fotos y el acceso a la internet eran reemplazados por un sistema de mensajes encriptado, que transmitía las señales a través de sistemas codificados de Panamá y otras naciones, garantizando que los traficantes podían hacer sus cosas sin que las autoridades pudiesen intervenir sus comunicaciones, de acuerdo con los investigadores. 

El fundador y CEO de Phantom Secure, Vincent Ramos, fue detenido en Bellingham, Washington. Cuatro socios siguen prófugos, dijo la Secretaría de Justicia.  El arresto fue gracias a una campaña de investigadores de EEUU, Canadá y Australia para desbaratar las organizaciones que facilitan las comunicaciones de los narcos. Las autoridades de Panamá, Hong Kong y Tailandia también ayudaron, señalaron los investigadores. 

El FBI cree que hay 20 mil de estos teléfonos especiales en circulación, que dieron a la empresa canadiense unos 80 millones de dólares desde el 2008, según los fiscales. La mitad de estos aparatos serían usados por delincuentes en Australia. Y también los emplea el cartel de Sinaloa en México, de acuerdo con los investigadores. 

Ramos fue acusado de asociación para delinquir y conspirar para facilitar la distribución de drogas. Su empresa es acusada de esconder  bienes en sociedades fantasmas y en monedas virtuales como los bitcoin. 

“El encausamiento de Vincent Ramos y sus socios es un hito en el crimen transnacional”, afirmó el director del FBI Christopher Wray en un comunicado. 

En las últimas dos semanas unos 250 agentes de todo el mundo allanaron 25 viviendas y las oficinas de los socios de Phantom Secure, incluidas instalaciones en Los Ángeles, Miami y Las Vegas, según los fiscales. Se confiscaron servidores, teléfonos, computadoras, drogas y armas. También se tomó el control de más de 150 servidores que usaban los clientes de Phantom, cuentas bancarias y propiedades en Los Ángeles  y Las Vegas. 

 

Los cuatro socios de Ramos encausados con él en San Diego son Kim Augustus Rodd, de Tailandia; Younces Nasri, de Dubai, y Michael Gamboa y Christopher Poquiz, ambos de Los Ángeles. Phantom Secure ofrecía sus servicios abiertamente a “empresas y ejecutivos”, pero los investigadores dicen que no cualquiera podía obtener uno de sus aparatos. Un nuevo cliente debía ir recomendado por otro ya existente y se lo sometía a una revisión de antecedentes. De ser aceptado, se le daba un apodo, como “The.killa”, “narco”, “elchapo66”, “knee_capper” o “leadslinger”.  San Diego (AP)

 

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