Tras tiroteo en Oregon, Obama pide otra vez leyes de control de armas

El presidente Barack Obama afirmó que Estados Unidos se está volviendo insensible a los tiroteos y que los perpetradores tienen “enferma” la mente.

Dijo que los pensamientos y las oraciones no son suficientes en estas situaciones porque no hacen nada para evitar que ocurran actos similares la próxima semana o meses después.

Tras el nuevo asesinato masivo en un colegio de Oregon, el presidente reiteró su llamado al Congreso a aprobar leyes de control de armas de fuego y refutó el argumento de quienes piden menos restricciones.

En una sorpresiva aparición en la sala de prensa de la Casa Blanca horas después del tiroteo que dejó al menos 13 muertos, deploró que las masacres se están haciendo “rutina” en Estados Unidos y enumeró los incidentes en Columbine, Tucson, Newtown, Aurora y Charleston.

“Como dije hace unos cuantos meses, como dije antes de eso y como diré cuando veamos más asesinatos masivos: nuestros pensamientos y plegarias no son suficientes”, expresó Obama visiblemente mortificado.

El mandatario lamentó que Estados Unidos sea “la única nación avanzada en la tierra donde no tenemos suficientes leyes de control de armas” y elogió las políticas de países como Reino Unido y Australia para prevenir asesinatos masivos.

Asimismo, retó a los medios informativos a investigar si más estadunidenses han muerto por el terrorismo o por asesinatos como el de este jueves en Oregon.

Aunque la mayoría de los estadunidenses apoya reforzar el control de armas de fuego, ni republicanos ni demócratas de la Cámara de Representantes o el Senado han aprobado iniciativas al respecto.

Uno de los principales grupos opositores a las reformas es la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

Obama ironizó que los detractores argumentan que se necesitan más armas y menos leyes, pero no mencionó por nombre a la NRA.

“El argumento de que las leyes de control de armas no funcionan, no está apoyado por las evidencias”, aseguró.

Más de 300 millones de armas circulan en Estados Unidos, equivalentes casi a una por persona. Washington (AP)

 

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