Por Roberto PELÁEZ
De las 123 mil personas que en los Estados Unidos esperan un ‘regalo de vida’, o sea, la donación de un órgano vital, casi el 20 por ciento son hispanas, informó a El Mundo Alma Rodríguez, de Nevada Donor Network.
De esas cifras, apuntó Rodríguez, es válido precisar que pasan de 20 mil los pacientes que están en una lista de espera por la donación de un riñón. En Nevada, por su parte, la entrevistada apuntó que el listado lo conforman unas 550 personas, de las que más de 100 son hispanas.
La gran batalla a librar es que aumente la cifra de donantes, de personas que en caso de accidente u otra circunstancia, pues que hayan autorizado a utilizar sus órganos para prolongar la vida de pacientes que ven pasar los años sin que su problema tenga solución, enfatizó la entrevistada, muy relacionada a este sensible problema pues es madre de un niño de nueve años que desde los 19 meses vive con un corazón trasplantado.
Considero que la baja cifra de personas donantes está relacionada con aspectos que van desde el desconocimiento, hasta considerar la donación como algo tabú, apuntó; en tal sentido debemos informar que aunque no llegamos a las cifras que deseamos, entre los hispanos el número de donadores aumenta, pasó de poco más de 10 en el 2012, a 15 en el 2013 y 2014, pero no podemos cruzarnos de brazos. Es algo digno de reconocer, sin embargo urge seguir.
Quienes estamos de alguna forma vinculados a este asunto tan importante, como es la donación de órganos vitales, que dicho sea de paso no se le presta toda la atención que merece, tenemos que seguir educando, explicando, instando a la gente a leer, a informarse, a profundizar en el problema, en lo que tiene de noble permitir que alguien viva o tenga mejor calidad de vida, gracias precisamente a la donación, dijo.
Es bueno ejemplificar, destacó, que los hispanos somos proclives a contraer enfermedades que van desde la diabetes a la hipertensión y otras, relacionadas con malos hábitos alimentarios, la inactividad, sin embargo la cifra de donantes es aún baja, y en eso incide lo que apunté antes del desconocimiento, la desinformación, y al hecho mismo de que en ninguna familia se aborda el tema con la profundidad requerida, no hay motivación para realizar un acto que tiene mucho de noble.
Paradójicamente, con los avances de la medicina, ya muchos trasplantes no representan riesgo alguno, más aun el de riñón, que es posible clasifique como el más seguro de todos, subrayó la entrevistada, puedo hablar con propiedad, dado el trasplante a que fue sometido mi hijo cuando apenas tenía poco más de año y medio, sentenció.
